La amenaza de Marset a Paraguay
En su último mensaje enviado desde la clandestinidad, el narcofutbolista Sebastián Marset advirtió que «si continúan persiguiendo a mi familia, enfrentarán consecuencias.
Tengo recursos y apoyo, y resolveré mis problemas con tiempo y dinero. Exijo que dejen de prolongar los procesos judiciales, como la audiencia programada en seis meses tras diez meses de detención de mi esposa en España”, decía en la última parte de su mensaje enviado a periodistas en Uruguay, país natal, en alusión a las pesquisas que realizan autoridades paraguayas.
La misiva empezaba diciendo: “Paraguay, en gran medida, se beneficia del narcotráfico, y las autoridades, incluida la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), están involucradas”, explicó.
“Denuncio el encarcelamiento injusto de la madre de mis hijos, quien está aislada sin pruebas ni delitos cometidos.
Inicialmente se le acusó de organización criminal, narcotráfico y lavado de activos; ahora, solo de lavado, sin evidencia alguna”, sostuvo en otra parte de su carta.
“Mi hermano y cuñado enfrentan cargos similares por poseer un auto y una camioneta, lo cual no constituye lavado de activos en ninguna jurisdicción”, alegó.
Continuando con su dedicatoria hacia Paraguay, la carta menciona a un funcionario de nombre Daniel Fernández, donde se lo acusó directamente de colaborar con el crimen organizado.
“Acuso a Daniel Fernández, director de la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) de la SENAD, de coordinar actividades relacionadas con el narcotráfico, manejando volúmenes de droga con su equipo de confianza”, señala.
Días después, destituyeron a Fernández.
“Las únicas pruebas en mi contra, obtenidas a través de la aplicación Sky, son inadmisibles. Sky no es una prueba válida en varios países, ya que no se me incautó un dispositivo con dicha aplicación, y la intervención de su central fue ilegal. Además, las pruebas enviadas desde Francia a Paraguay violaron la cadena de custodia”, prosigue el texto del considerado «pez gordo» de las drogas, por quien se presume está oculto en una ciudad de Venezuela, ya que hizo referencias a ese país.